Así nace un shadowrunner :-)
Imagina que el Estado perdiera tu certificado de nacimiento. O que todo tu historial médico se esfumara. O que todos tus títulos académicos desaparecieran y lo único que pudieras mostrar es un diploma enmarcado al que hace años que le perdiste la pista.
¿Qué pasaría contigo si el sistema perdiera tu identidad? El problema no es hipotético. Hace unas semanas, un cortocircuito convirtió en humo la nube informática de Corea del Sur.
A las tres de la madrugada del 26 de septiembre, un fallo eléctrico originó un incendio en la sala de servidores del quinto piso del Servicio Nacional de Recursos Informáticos, en la ciudad de Daejeon.
Ardieron 96 de los 647 sistemas considerados «críticos» para el funcionamiento de la Administración surcoreana, incluido G-Drive, su
sistema de almacenamiento online.
G-Drive estaba en uso desde 2018, cuando el Gobierno de Seúl exigió a sus funcionarios que —por seguridad— guardaran allí todos sus documentos de trabajo, en vez de en sus ordenadores personales.
Pero resulta que la nube de G-Drive estaba desplegada en un único centro de datos —el edificio de Daejeon— y no se hacía ninguna copia de seguridad del mismo, así que, con el incendió ardieron 850 terabytes de informa pública, datos guardados por 750.000 trabajadores públicos de ministerios, universidades y hospitales.
Un mes después, las tareas de recuperación —en las que se había involucrado hasta el presidente coreano, Lee Jae-myung— habían conseguido volver a poner en funcionamiento 32 de los 40 servicios de
grado I, los más críticos, y recuperar un 60 % de los documentos perdidos. Un mes después.
En un país que presume de ser una potencia tecnológica, la Administración entera dependía de un único edificio, de un único cable, de un único punto de fallo.
Comentarios
Publicar un comentario