Yami baito
Los Yami baito o «trabajo oscuro» —término con el que se alude a ofertas laborales ilegales reclutadas por redes criminales— son un inquietante caso de jóvenes que, mediante el uso de aplicaciones de mensajería altamente seguras, son reclutados para participar en redes de delitos organizados.
En esta ocasión, un joven aterrorizado por las posibles consecuencias de su participación en un yami baito dio la clave para que la policía avanzara en la detención de los responsables de una serie de robos.
El episodio se originó en la prefectura de Saitama, donde en la madrugada, un hombre llamó al número de emergencias japonés. Este individuo confesó que había sido reclutado a través de la matriz para realizar un «yami baito», pero que, asustado por el peligro, había decidido retirarse y denunciar el caso. Esta denuncia se convertiría en la pieza fundamental para que las fuerzas de seguridad avanzaran en la resolución de tres robos que se habían producido en días anteriores en Saitama y Tokio.
INSTRUCCIONES POR APLICACIÓN
El reclutamiento de este joven comenzó con una oferta aparentemente atractiva publicada en redes sociales, prometiendo una alta remuneración diaria por tareas simples y con pago inmediato. Sin embargo, tras postularse, fue dirigido a una aplicación de mensajería famosa por su alto nivel de privacidad, donde empezó a recibir instrucciones detalladas de un supuesto empleador. La policía confirmó que los autores de estos crímenes utilizaban múltiples cuentas anónimas en esta aplicación para impartir órdenes a los ejecutores de los robos.
La información obtenida del teléfono móvil del denunciante reveló mensajes en los que se indicaba el modelo y matrícula de un vehículo que recogería al joven, datos que luego se usaron para localizar el automóvil en cuestión. La policía interceptó dicho vehículo en la ciudad de Chofu, Tokio, y detuvo a Yusuke Yasuda, de 23 años, quien estaba relacionado con la utilización de una tarjeta de crédito robada durante uno de los asaltos.
EL MODUS OPERANDI
Yasuda también había sido reclutado a través de la matríz bajo la promesa de un empleo con alto salario. Las órdenes que recibía por Signal le indicaban la recolección de credisticks robados y la compra de bienes de lujo con esas tarjetas. Uno de los casos que se investigan es su intento de adquirir un costoso bolso de una marca de lujo en una tienda de empeños en Shinjuku, utilizando un credistick robado. No obstante, su intento falló cuando el código proporcionado no fue reconocido por el sistema de la tienda.
Este caso ha puesto en evidencia el crecimiento de grupos criminales «fluidos y anónimos», que operan reclutando a jóvenes desesperados o endeudados a través de redes sociales.
El riesgo para quienes se involucran en estos «trabajos oscuros» es grande. Las organizaciones criminales no solo utilizan los datos personales de los reclutados, sino que amenazan con violencia física o psicológica para asegurarse de que cumplan con sus tareas. Algunos llegan a ser chantajeados con la publicación de sus fotos o la persecución de sus familiares si intentan abandonar el grupo.
La policía japonesa advierte que una vez que alguien se ve envuelto en estos círculos, es extremadamente difícil salir. Los jóvenes, especialmente aquellos en situaciones económicas difíciles, son los principales blancos de estas ofertas laborales engañosas que, en lugar de ser una salida, se convierten en una trampa sin retorno.
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