Juegos de guerra

Hace 40 años se estrenó la película que más vocaciones ha despertado en la Historia de la Informática.

El 3 de junio de 1983 se estrenaba «Juegos de Guerra» o War Games, un largometraje en el que se narra la historia de un joven hacker que —accidentalmente— está a punto de provocar la tercera guerra mundial y cómo consigue evitarlo en el último momento, haciendo que un ordenador llegue a razonar como un ser humano.

Su impacto fue ENORME en varias generaciones, a las que introdujo en conceptos tan avanzados como la Inteligencia Artificial o el hacking social, en un mundo que aun descubría la primera versión de Microsoft Word y el lenguaje de programación de C++. Pero el impacto de «Juegos de Guerra» no está tan relacionado con las tecnologías que revelaba como con el hecho de que, por primera vez, sugería que la informática podía ser apasionante y tremendamente divertida.


Los hackers de «Juegos de Guerra» no eran nerds atrincherados en el sótano de sus padres y bañados en polvo de Doritos, sino adolescentes de portada de Súper Pop que descubrían un mundo por explorar y lleno de posibilidades.

La influencia real de la película llegó mucho más allá de lo que pensamos. No solo hizo pensar al público general sobre la influencia que podían tener en sus vidas decisiones tomadas por ordenadores, también al presidente Ronald Reagan.

Reagan vio la película en una proyección privada en Camp David el mismo fin de semana que se estrenó y encontró plausible el escenario que esta planteaba. El Presidente no andaba muy desencaminado. Ese mismo año, el incidente del equinoccio de otoño —una falsa alarma de un satélite soviético que avisaba del supuesto lanzamiento de un misil balístico intercontinental— fue lo más cerca que la Humanidad ha estado de sufrir una guerra termonuclear.

18 meses después del estreno —y que su guion fuera estudiado por miembros del Congreso, sus consejeros y la Junta de Jefes de Estado Mayor— se promulgó la NSDD-145, la primera Directiva Presidencial sobre seguridad informática.

El filme también llamó la atención de los medios de comunicación, que empezaron a debatir sobre la posibilidad de que algo así pudiera pasar en la realidad. Esa atención mediática impulsó la creación de la primera legislación federal sobre ciberseguridad, la Computer Fraud and Abuse Act, un año después.

40 años después, «Juegos de Guerra» sigue plenamente vigente, no porque tecnológicamente no haya quedado obsoleta —que también— sino porque sigue siendo un excelente recordatorio de que los informáticos disfrutamos de uno de los trabajos más apasionantes y creativos del mundo.



Bonilla goes hacker en la bonilista 23/07/2023

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