La muerte de la UE

Durante el siglo 20, "Europa" se había convertido no en el continente geográfico si no en la propia burocracia de la Unión Europea, que había funcionado desde 1993 (Acuerdo de Maastritch, una evolución de acuerdos comerciales anteriores) ampliando sus miembros, y a menudo con luchas políticas internas que empequeñecían a las de los propios países que la conformaban.

Para 2018, las disputas económicas —fruto de integrar en una unión económica economías tan dispares y realidades tan diversas donde unos gobernaban sobre otros a efectos económicos y la sobrenaía nacional de cada país se diluía, no estando claro en muchos casos a cambio de que— causaron la debacle de la Unión Europea.

El Consejo de la UE (legilativo, ministros), deacuerdo con el Consejo Europeo (consultivo, presidentes de los países miembros), votó en 2018 disolver el Parlamento Europeo (poder legislativo), acordando que la Unión quedaría limitada —al menos hasta nuevos tiempos— a hacer cumplir normas ya vigentes, sin desarrollar nueva legislación ni actividad, en estudio de la total disolución de la Unión.
Esta labor recayó en la Comisión Europea (poder ejecutivo), mientras que el Consejo permaneció funcional y sin cambios, pero declarando que no realizaría mas funciones que supervisar a la Comisión Europea y su encargo de mantener las normativas ya vigentes.

La unificación económica se mantuvo, tanto por inercia como por la Comisión, como principalmente por megacorporaciones, países y lobbies interesados en que se mantuviese la libre circulación de personas y sobreodo capitales, pero a medida que algunos países generaban nueva legislación propia, esta tendía a obviar a la UE y los países se iban saliendo del marco normativo en favor de los suyos propios.
El Euro se mantuvo (la alternativa de generar moneda propia se consideró en general demasiado costosa o arriesgada en tiempos tan convulsos políticamente), aunque depreciado, subsistió, pero a medida que ganaban fuerza algunas monedas nacionales estas fueron alzandose junto al euro diluyendo cada vez mas lo que quedaba de la Unión.

A partir de 2025, las megacorporaciones comenzaron a ascender en Europa aplicando una visión transnacional a su desarrollo y enfrentándose a países que aplicaban una visión nacionalista a sus negociaciones, a la par que no eran capaces de tender una auténtica cooperación entre países.

En este panorama, Reino Unido abandonó la UE en 2028 dejando claro que estaba fuera independientemente de cual fuese el destino final de la Unión.

El 10 de Agosto de 2029, en medio del caos mundial por el crash informatico, la UE se disolvió oficialmente.

Las Euroguerras (2031 a 2037) frenaron el ascenso de las megacorps, pero también el proyecto del Primer Ministro Austriaco, Mattias Helger, quien propuso la conocida como Restauración Europea. Recientemente, Euskal Heria se había independizado de España (2029), tomando incluso Iparralde (suelo Francés) y en Alemania e Italia —como en tantos otros lados— la inestabilidad política alcanzaba cotas históricas. Cualquier cosa era posible aquellos años.

El proyecto de Helger buscaba crear una nueva Europa construyendo sobre la paralizada Unión que todavía existía para unir, mejorar, hacer un frente conjunto soberano contra las megacorps, y solucionar los errores que la UE original no había podido solucionar. Su lema era "One European People", apelando a una identidad paneuropea, pero si en algo triunfó su idea fue en aunar millones de nacionalistas, conservadores, y descreídos de la vieja UE en su contra, haciendo que su proyecto naciese muerto. Incluso varios nuevos gobiernos de varios países vieron que este proyecto podría mermar su recien ganada soberanía e hicieron campaña contra él.

No sería hasta 2062 (24 de Abril) que volvería a resurgir un proyecto político similar a la difunta UE, la NCEE.