La crisis del Aguila Solitaria
Las corporaciones de Norteamérica incrementaron su explotación de los recursos del continente como si se tratara de una venganza. En lo que los medios de comunicación denominaron 'la carrera por los recursos', las coaliciones de corporaciones exigieron y les fue concedido el acceso garantizado a los recursos petrolíferos, minerales y terrestres de las tierras federales.
Una y otra vez, durante el periodo del 2002 al 2008, el gobierno invocó sus derechos de control de la propiedad para después conceder licencias de explotación sobre los mismos a un patrocinador corporativo. A la cabeza de estas explotaciones se situaron los terrenos de las reservas indias y los parques nacionales.
Los conservadonistas y grupos pro-derechos de los Indios expresaron su disgusto, aunque la influencia de las corporaciones y su poder paramilitar hicieron peligroso cualquier acto de protesta.
Iracundos y frustrados, los elementos más radicales fundaron el Movimiento de Soberanía Indio Americana (MSIA), cuyas raíces se remontaban a los conflictos por la soberanía india del siglo veinte.
La tensión creciente y los odios finalmente emergieron en el año 2009. El 5 de Mayo, las Industrias United Oil anunciaron que habían adquirido el derecho a explotar los recursos petroquímicos en una cuarta parte de los parques federales y en una décima parte de las reservas indias todavía existentes, que el gobierno acababa de expropiar. El MSIA reaccionó inmediatamente.
El 8 de Mayo, un pequeño comando penetró en las Instalaciones de Lanzamiento de la Fuerza Aérea Estadounidense de Shiloh, al noroeste de Montana, capturando un silo de misiles. Incluso hoy, nadie ha podido averiguar cómo los incursores se las arreglaron para evitar las patrullas de seguridad, pero, una vez dentro del silo, se encontraron con John Redbourne, un comandante de las Fuerzas Aéreas Estadounidenses y Sioux Dakota de pura sangre. Tras dejar inconsciente a su compañero, Redbourne le quitó las llaves y los códigos necesarios para desbloquear los instrumentos de lanzamiento de los misiles del silo.
EL AGUILA SOLITARIA
Haciendo una demanda de devolución de todos los territorios indios, los incursores de Shiloh amenazaron con lanzar los misiles.
Diez días de tensas negociaciones acabaron cuando un comando Delta invadió el silo el 18 de Mayo. Durante el combate, que acabó con la muerte de todos los indios ocupantes, fue lanzado un único misil balístico intercontinental del tipo Aguila Solitaria que transportaba cuatro VRMOI (Vehículos de Reentrada con Múltiples Objetivos Independientes) con ojivas explosivas lanzables de cinco megatones.
En el puesto de mando central del NORAD (Mando de Defensa Aérea de los EEUU) en el edificio Peterson de Colorado Spring se contempló con impotencia cómo el misil se encaminaba hacia la Federación Rusa.
Todas las instrucciones de autodestrucción fueron ignoradas, y los militares no tenían interceptores en posición de cazar al pájaro. Aunque negando toda responsabilidad por el lanzamiento, el Presidente Jesse Garrety informó a Moscú de los objetivos de cada una de las cabezas nucleares múltiples, con la esperanza de evitar una respuesta total dando a los soviéticos la oportunidad de utilizar sus semiseaetas defensas antibalísticas para detener el misil. Moscú se mostró comprensiblemente escéptico ante las declaraciones de Washington de que el asunto del Aguila Solitaria era un incidente aislado y no un plan para efectuar una operación quirúrgica de ciertos objetivos especificos Rusos. Pusieron sus fuerzas en estado de máxima alerta y ordenaron a los ciudadanos que se refugiaran. En los Estados Unidos sin embargo. el público no estaba informado de que se encontraban peligrosamente cerca de una guerra nudear.
El Presidente Garrety esperó ansiosamente, y como se mostró posterionnente en las célebres 'Grabaciones entre Bastidores' iba pasando alternativamente del llanto a las despotricaciones y al rezo sucesivamente. Poco después, el Presidente de Rusia Nikolai Chelenko le informó friamente de que las cabezas nudeares habían sido destruidas. Un análisis de voz secreto posterior indicó sólo un 79 por ciento de probabilidades de que Chelenko hubiera dicho la verdad, pero como ni los sensores sísmicos ni espaciales registraron explosiones nudeares, parece ser que el ICBM pudo ser derribado sin detonar. Hubiera explosión o no, no dejaron de producirse consecuencias posteriores a raíz del incidente.
Trasladado en 2006 el mando de NORAD a Colorado Spring (pues con el fin de la guerra fría se habían redirigido sus esfuerzos a la lucha contra el narcotrafico suramericano), este incidente sirvió para devolverlo a Cheyenne Mountain, dotarlo de mayor relevancia, y volver a poner sobre la mesa el temor al Día del Juicio.
EN BUSCA DE CULPABLES
Cuando el público americano tuvo conocimiento de la crisis del Aguila Solitaria, el damor popular fue enorme. Intoxicado por los propagandistas de las corporaciones, el público empezó a echarle la culpa al MSIA y, por implicación, a todos los Americanos Nativos.
Esto estaba bastante de acuerdo con los planes de las grandes megacorporaciones, principalmente las Industrias United Oil, que no estaban satisfechas con sus porcentajes de adquisición. En el 2010, habían aplicado la suficiente presión como para aprobar la Ley de Reeducación y Reposicionamiento, originalmente introducida hacia finales del 2009: Esta ley exigía el confinamiento de todo aquél conectado de una u otra manera con el MSIA.
Los abusos legales fueron escandalosos debido al odio general hada los indios. Miles de nativos americanos inocentes fueron enviados a campos de concen tración, eufemísticamente llamados 'centros de reeduc;adón.' Entre aquellos enviados al campo de Abilene se hallaba Daniel Coleman, futuro Profeta de la Gran Danza de los Espíritus y el primer shamán guerrero de las Naciones Americanas Nativas. La historia le ha recordado como Daniel Coyote Aullador.
En una medida económica del gobierno, el Congreso pronto subcontrató la dirección de los campos de reeducación a las corporaciones. Cuando los campos dejaron de ser foco de atención para los medios de comunicación, las pobres condiciones sanitarias, la superpoblación y la insuficiente atención médica empezaron a repercutir en los prisioneros. ¿Fue un plan deliberado de genocidio, como dijo Coleman más tarde? En una de las grandes ironías de la historia, sin embargo, el aislamiento de muchas tribus en los campos de reeducación les mantuvo a salvo de la epidemia de STAVI que azotó al mundo en el 2010.
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