Prostitución en SanFran
Si le preguntas a cualquiera, el barrio rojo de SanFran está en SoMa (South Market), zona situada haciendo un arco desde el suroeste del downtown hasta el sur del mismo. Lo atraviesa la autopista estatal 80, la Dwight D. Eisenhower Highway.
SoMa es un área variada, con museos, parques, zonas
residenciales, restauración y ocio, ambiente nocturno (incluyendo zonas
LGTB), o el estadio Mitsuhama de los Giants en Oracle Park para los aficionados al baseball.
En el SoMa hay museos tan reconocidos como el SFMoma, el Museo de Arte Moderno de San Francisco.
Los Yerba Buena Gardens son una de las zonas verdes que visitar en el SoMa. Allí está el Yerba Buena Center for the Arts,
una galería de arte contemporáneo multidisciplinario y también espacio
de espectáculos. Además, cerca de los Yerba Buena Gardens, está
el centro comercial Metreon y el Moscone Center, que es el palacio de congresos de la ciudad.
Aquí la prostitución es limpia, cara, segura, y huye de cualquier problema potencial sean las tropas de ocupación (especialmente), el SFPD, las mafias, las drogas, o los clientes conflictivos. Los pisos suelen contar con algún chulo capaz de dar una paliza si es necesario y los locales son caros además de por que su fama se lo permite, por que invierten en seguridad, y eso les ha convertido en la cara reconocible de la prostitución en SanFran.
Pero hay más zonas de burdeles que te dirá quien conozca la plex.
En el mismo dowtown, y no lejos de la SanFran Pyramid
(edificio de oficinas para corps incapaces de edificar su rascacielos, y
uno de los últimos lugares donde se prioriza todavía a las empresas no
japonesas) la gente adecuada sabe que existe un discreto burdel de lujo para corporativos de alto nivel.
Mas humilde es el poco conocido piso de Madame Eskarina, en un piso de viviendas con ventanas que dan al parque superior del Transit Center. En el SanFran Corporate Complex hay también algunos pisos de prostitutas.
En Chinatown, Midtown norte, hay burdeles asiáticos de todo tipo donde se pueden encontrar menores voluntariosas. Suelen ser burdeles independientes y pequeños, que florecen invisibles en edificios anónimos, conocidos por los vecinos pero invisibles para quienes no conocen realmente la zona. Cuando les conoces lo suficiente descubres que no son tan independientes como para no estar protegidos o ser negocio de las triadas.
En Japantown, Midtown norte, hay discretos clubs mimetizados entre los edificios de tecnología y oficinas, básicamente solo para sararyman de las japanacorps, relacionados con la Yakuza bien en pagarles protección, bien en ser un negocio suyo. Muchos de estos prostíbulos desarrollan relaciones de favoritismo (y por tanto enemistad) con algunas japanacorps, de tal forma que tal prostibulo es afín a tal megacorp y su clientela acaba reduciendose a las corpos afines. Discreción realmente garantizada, y etiqueta corporativa bien presente para la comodidad de los clientes.
En Little Russia, Richmond, Midtown norte, en las calles que salen desde el boulevard pueden
encontrarse discretos burdeles sin anuncio alguno donde encontrar modelos rusas y bellezas del este bien solícitas que según a quien preguntes son esclavas sexuales de los vory o están aquí voluntariamente. La leyenda negra dice que por el dinero suficiente uno puede hacerlas literalmente cualquier cosa, ya que el precio cubre la retirada del cadaver si es necesario.
En Hillsborough Hills, Hillsborough, Midtown sur, uno puede encontrar prostitutas en galerias, o calles. Alejadas del midtown y sus alrededores, esta es una prostitución mas turbia que la del barrio rojo, y la seguridad de las mujeres en este formato del negocio es mucho menor, de forma que las prostitutas tienen zonas en las que actúan como una banda callejera.
En agencias o nodos personales, también son bastante demandadas las jóvenes, y actrices de bajo nivel, universitarias, runnaways, o cualquiera que tenga necesidad de dolares o neoyenes puede vender sexo sin problemas de demanda una vez se anuncia en la matriz.
En cualquier lugar pueden encontrarse burdeles o pisos anónimos, sin mas fama que el boca a boca de quienes lo conoce, y es demasiada tarea pretender listar todos los burdeles o pequeñas zonas de prostitución en la bahía, especialmente cuando las prostitutas no necesitan un local ni un piso, si no que a medida que nos alejamos del midtown, se va volviendo mas habitual trabajar en la calle.
Antaño las leyes de California fueron duras contra la prostitución, persiguiendo a quien ofrecía, solicitaba, o incluso a quien intermediase, sexo con contraprestación, pero tras la constitución del ELC, la independencia de los EUCA. y la presión de compañías que vieron un negocio donde sacar beneficios consiguieron legalizar la prostitución, y actualmente se persigue para verificar que cada prostituta tiene en orden su licencia, paga sus impuestos y demás. Lo que se mantiene prohibido es el sexo en la via pública, pero sucede que como no todas quieren o pueden entregar una parte de sus ganancias al ELC, y otras no pueden pagar sus licencias, continúa habiendo un porcentaje de prostitutas que evitan a la autoridad a pesar de haberse legalizado el gremio.
Algunas prostitutas han hecho suya la figura de Johanna Wylde, un simbolo de autodefensa feminista y resistencia contra la ocupación; Johanna Wylde fue una elfa de 14 años raptada y puesta a disposición de los soldados japoneses en un burdel de la Yakuza.
Un día Johanna decidió que no podía soportarlo más y mientras un viejo soldado Japonés se corría le cortó el cuello, resultando que no era tan solo un soldado si no un Comandante. La historia no suele contar que un rato después llevaron a Johanna a la bañera y la metieron un balazo en la cabeza, pero sirve como arenga para los rebeldes, o incluso para los mártires.
La historia se conoció por el boca a boca, se dice que debido a un Yakuza que contó lo sucedido, pero Johanna nunca apareció una vez desaparecida, así como el Comandante murió una noche durante los días que Johanna estuvo desaparecida, y fue enviado a Japón en un feretro cerrado según se cuenta.
Johanna fue violada y asesinada en 2039 pero 23 años después las pintadas "Remember Johanna Wylde" siguen apareciendo, y por mucho que se envién operarios enseguida a taparlas, a menudo acaban apareciendo encima otra vez hasta que se instala una cámara vigilando el lugar.
Les hay que creen que este extremo de depravación en las tropas Japonesas fue uno (o él) criterio que llevó en el 40 a las corps a quitar a Saito de la Junta de Gobierno y encargarse ellas.
Sin ninguna fama, la asociación Johanna Wylde está en activo desde 2041 pidiendo que se investiguen las desapariciones de mujeres pero en la actualidad su actividad es casi clandestina ya que meramente su nombre es una provocación para los Japoneses. Y nadie quiere problemas.
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