La arcología Renraku

Renraku alcanzó notoriedad en la construcción de arcologías tras su éxito en Seattle al construir (2040 - 2054) su SCIRE (Self-Contained Industrial-Residential Environment). En aquel momento, el noveno edificio más grande del mundo.

El SCIRE albergaba a 92.000 empleados y familiares de Renraku. Servía como centro comercial y complejo industrial, y era una ciudad completamente autosuficiente dentro de Seattle.

Cuando el 19 de Diciembre de 2059 la arcología de Seattle sufrió un apagón y dejó encerrados a sus ocupantes (al parecer por un fallo informático de la IA de la arcología, o a que la IA se reveló), la poderosa Renraku, quinta mayor megacorp, quedó en entredicho aunque supo manejar su crisis de imagen. 

El ejercito de los EUCA y de Renraku sitio la arcología permanentemente intentando sin éxito infiltrarse en la megaconstrucción, mientras la IA desarrollaba nuevas medidas de seguridad, drones y robots de combate en las cadenas de producción de la SCIRE, y usaba miles de escudos humanos para chantajear a los militares. El 4 de Enero de 2060, el ejercito declaró zona de exclusión los alrededores de la SCIRE y la convirtió en una DMZ (Downtown Militarized Zone).

El 26 de Mayo de 2061, el propio CEO de Renraku, Inazo Aneki fue llevado a la arcología en un intento de infiltrarse con un equipo (y una campaña de responsabilidad corporativa) y usar los códigos de desactivación almacenados en su cerebro para desactivar la arcología y su IA.

La infiltrción tuvo éxito y la ejecución de los comandos permitiró al ejercito de los EUCA tomar la arcología. 

Hubo menos de 1600 supervivientes.

No fue hasta entonces que se pudo realmente acceder a la arcología a través de las medidas de seguridad de la IA para rescatar a los supervivientes de las zonas comerciales y residenciales. Habiendo quedado atrapados en visperas de fiestas navideñas, había mas de 100.000 prisioneros que habían tenido que sobrevivir 1 año los que menos, año y medio los que más, moviéndose como pudieron escapando de los drones y robots que la IA fabricó en las cadenas de producción de la arcología. 

Decenas de miles de ellos murieron antes del rescate (especialmente al principio) por drones, robots, y medidas de seguridad de Renraku.
Los propios prisioneros se mataron también entre sí defendiendo sus recursos y posiciones seguras como si se tratase de un holocausto zombi (p.ej los residentes contra los visitantes del centro comercial, luchando por atrincherarse con víveres), en lo que el presentador de noticias25 Mich Peralves llamó "Survivalismo de centro comercial", y "Canibalismo en las rebajas".
Cientos fueron usados en experientos de la IA genéticos, neurológicos y de matriz, y cibertecnológicos, que todavía hoy no se comprenden, y algunos miles fueron también usados como escudos humanos por la IA para evitar intentos de intrusión, de los que la gran mayoría fueron ejecutados en 2061 cuando las incursiones al interior de la arcología fueron volviéndose habituales.

Con la arcología Renraku ya controlada y la IA desactivada, Aneki limpió su honor y el de la compañía cometiendo seppuku televisado por la cadena de trídeo de Renraku. Haruhiko Nakada fue su sucesor como CEO. 

Después de que se recuperó la Arcología, Renraku y EUCA discutieron sobre quién pagaría todos los costes incurridos. Una vez que el gobierno de EUCA determinó que de Renraku no obtendría la recompensa adecuada, la megacorp fue expulsada y el control del SCIRE se entregó a la metroplex de Seattle, y lo rebautizaron como ACHE (Arcology Commercial and Housing Enclave).

En 2062, las plantas 0 a 5 (comercios y restaurantes) han sido reabiertas al público. El nivel subterráneo 21 que alberga los reactores de fusión de la Arcologia permanecen bajo el control del ejército de EUCA, mientras que los niveles subterráneos superiores 13 a 20 (mantenimiento) y 2 a 6 (parkings)  los gestiona personal del ACHE, y los intermedios (7 a 12) permanecen sellados y se asume que podrían quedar todavía robots autónomos o trampas en ellos.
Los 314 pisos sobre el centro comercial están en obras, destinados en un enorme proyecto de vivienda pública que serán 150.000 hogares (al no haber básicamente residentes supervivientes todas ellas serán nueva vivienda) con sus instalaciones, espacios verdes, sistema de monoraíl además de los ascensores inteligentes Renraku y galerías comerciales que se espera los propios habitantes dinamicen. A pesar del pasado y la historia del ACHE, la demanda de estos nuevos pisos es muy alta y se están vendiendo muy bien.