Colectivo Bergman
A medio camino entre el mercado negro y el rumor, pero siendo muy real, está el colectivo Bergman, que toma su nombre no del famoso director de cine del siglo 20 (1918–2007) si no de un caso no resuelto de 2009 en Irlanda.
El colectivo Bergman es una amalgama cyberpunk de terroristas digitales formada en la década de los 30 por criptoanarquistas provenientes de las ideologías libertaria o demócrata, economistas Austriacos, y otros enemigos de los estados opresores especializados en criptomonedas, sousveillance, anonimato, y borrado del sistema.
El colectivo Bergman es una amalgama cyberpunk de terroristas digitales formada en la década de los 30 por criptoanarquistas provenientes de las ideologías libertaria o demócrata, economistas Austriacos, y otros enemigos de los estados opresores especializados en criptomonedas, sousveillance, anonimato, y borrado del sistema.
Sousveillance es un juego de palabras entre el francés y el inglés
(sous, abajo, veillance, vigilancia), su equivalente en inglés sería
undersight, como antónimo de oversight.
El concepto es aplicar "hacia arriba", a la autoridad, el mismo tratamiento que cualquiera recibe. Intentar que
igual que los ciudadanos están expuestos y son bastante transparentes,
la misma transparencia recaiga en los poderosos y en los guardianes del sistema.
Los miembros del colectivo tienen formación en diferentes grados en política (libertarianismo o democracia formal), economía (escuela Austriaca habitualmente), criptografía (cifrados y monedas digitales libres) y piratería informática.
El colectivo Bergman se financia principalmente alquilando sus tecnomantes a las causas que consideren éticas, (luchar contra la opresión de los gobiernos, la censura, la manipulación de los mercados, y quitarle derechos a la ciudadanía) para piratear nodos, protegerlos, y proteger el anonimato de quienes lo solicitan.
También escriben sus propios programas para venderlos a otros tecnomantes desde nodos nómadas en la matríz, y crean identidades falsas (50.000¥ a 80.000¥ normalmente) o borran del sistema a quienes paguen lo suficiente (2 o 3 millones, normalmente).
El colectivo Bergman usa la vieja imaginería de la máscara de Guy Fawkes, un icono tradicional en el hacktivismo de principios de siglo, que tras ponerse de moda en las dos primeras décadas del siglo volvió a quedar en desuso hasta que en la década de los 30 el colectivo Bergman la convirtió en su logo, logrando que la imagen se vincularse a ellos hasta hoy.
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