Un seguro médico a lo cyberpunk

James Verone (65), un ex empleado de Coca Cola, sufría de un problema grave de salud, no tenía dinero para costear su tratamiento y tuvo que ingeniárselas.
En junio de 2011, James, por falta de trabajo, tomó la decisión de robar un banco de Carolina del Norte, Estados Unidos, para obtener atención médica en prisión y poder realizarse una operación de urgencia totalmente gratis.

Lo llamativo de esta historia es que el hombre solo robó un dólar y esperó a que los oficiales lo detengan: “Si no tienes tu salud, no tienes nada”, dijo Verone luego de su arresto para un Medio local.

James Verone pasó gran parte de su vida adulta, más precisamente 17 años, trabajando en la planta de Coca Cola ubicada en Carolina del Norte. Hasta que en 2010 fue despedido luego de algunos problemas con sus jefes.

Verone estuvo un tiempo buscando trabajo, fue a varias entrevistas y tras breves períodos como conductor de camión y empleado de una tienda a tiempo parcial, James estaba nuevamente desempleado. Se vio obligado a vivir de ahorros y cupones de alimentos.

Verone se encontraba desesperado, no tenía trabajo y se estaba quedando sin dinero. El departamento en el que vivía era alquilado y no quería pedirle prestado a nadie.

Además de encontrarse desempleado, sufría de una protuberancia en el pecho, artritis generalizada, síndrome del túnel carpiano y un problema en el pie izquierdo. El hombre debía tomar una decisión rápida con respecto a su futuro.

Verone no tenia seguro médico y toleraba dolores de espalda crónicos y un tenía el pie izquierdo lesionado. Igualmente se habia acostumbrado a estos dolores y llevaba una vida casi normal. Pero cuando notó el problema en su pecho, supo que tenía que hacer algo.

James primero vendió sus muebles, después vació su cuenta hasta la última moneda y descartó pedir ayuda a su familia para no ser una carga. Fue entonces cuando se le ocurrió una solución.

En una de esas noches en las que tomaba alcohol, al hombre se le ocurrió la brillante idea de robar un banco, pero el robo iba a ser simbólico, solo iba a tomar un dólar.

Lo que Verone quería era pasar 3 años en prisión para poder operarse de la artritis de la espalda, hacerse tratar la protuberancia en el pecho y ponerle fin a su sufrimiento: “El dolor estaba más allá de la tolerancia que podía aceptar", le dijo a James al diario Gazette.


Después de su tiempo encerrado, su idea era mudarse a Myrtle Beach para cobrar el seguro social, ya que iba a tener la edad justa para contar con el servicio público.

Verone se animó y, el 23 de junio de 201,1 puso su genial idea en marcha. Fue al banco más cercano y le entregó -sin estar armado ni emplear la violencia- una nota a la cajera de turno que decía: "Esto es un atraco, dame un dólar".

Tras entregar el papel, se sentó en uno de los sillones del lugar a esperar que la policía llegara y lo arrestara. Su plan para obtener atención médica gratuita se había materializado.

Cuando los agentes llegaron y cachearon a James comprobaron que no había arma alguna, Igualmente, lo llevaron a la Prision de Carolina del Norte.

El cargó que enfrentó Verone por el robo al banco era poco probable que lo mantenga tras las rejas por más de 12 meses. Tenía una fianza de 2.000 dólares que no quería, ni podía, pagar: “Si mi sentencia es corta, tengo pensado robar otra vez” dijo Verone para el diario Gaston Gazette .


El caso se hizo popular en Estados Unidos y Verone daba entrevistas desde la cárcel, en una de ellas dijo que "ejerció todas las alternativas" antes de planear robar el banco.

Según los informes, a medida que se acercaba el día, Verone pagó el alquiler del último mes, donó sus muebles y se mudó a un Hampton Inn. En la mañana del 9 de junio, antes de tomar un taxi para ir al banco, envió una carta al Medio Gaston Gazette para que todos conocieran su historia.

“Cuando reciban esto, yo habré cometido un robo a un banco. Este robo lo estoy cometiendo por un dólar”, escribió, queriendo que la gente entendiera que el motivo de su crimen fue médico, no monetario. "Soy de mente sana pero no tanto de cuerpo sano", relató James en la carta.

No está demás decir que el hombre nunca habia tenido problemas con la ley. Pero al tener que escoger entre vivir adolorido o estar preso, Verone aseguró estar "contento" con su decisión: "Ya no podía soportar el dolor, así que no me arrepiento” aseguró el hombre.

Debido a la presión mediática, el hombre fue liberado 12 meses después del “robo” y el gobierno estadounidense decidió hacerse cargo de sus operaciones de urgencia y le dieron una pensión.

Finalmente James Verone logró su cometido, hoy tiene 65 años y se encuentra tranquilo en su casa, con su problema de artritis solucionado y con su tan deseado seguro médico.



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