Minerva Unlimited
Al acercarse a ella, Minerva Unlimited parece una agencia de modelos, strippers, pole dancers y escorts, pero si te has acercado a hacer negocios con Minerva es que ya sabes que realmente es una particular compañía que mezcla licencias de seguridad, y prostitución de lujo.
Escorts
Por la parte de su licencia de prostitución, Minerva ofrece escorts desde un book privado que gestionan con discreción. Solo profesionales que hayan demostrado saber trabajar, tener clase, gran atractivo y buenas opiniones de sus clientes pueden esperar trabajar con Minerva.
Las escort son la actividad comercial mayoritaria de Minerva, pero no la que de verdad deja beneficios ni la que define a la agencia.
Sicarias
La verdadera naturaleza de la agencia es la seguridad, pero Minerva no está en el negocio de los mercenarios; no subarrenda pelotones ni vehículos militares, si no que ofrece los servicios de mujeres selectas con entrenamiento que prestan servicios de guardaespaldas, asesinas, o espias.
Este es el servicio que está dando fama a Minerva Unlimited; la capacidad de contratar mujeres entrenadas con buena imagen para usar sus encantos además de las armas.
Y es un servicio que Minerva sabe cobrar bien.
Las profesionales de Minerva solo empiezan a trabajar cuando están bien entrenadas en combate, infiltración, manipulación y otras habilidades que las sean necesarias como trucos informáticos, Interlingua, hurto, cerrajería, ocultación de armas, manejo de venenos, medidas de seguridad y otras.
El entrenamiento de las chicas es la principal ocupación (y coste) de Minerva.
Hay sedes de entrenamiento en París, GeMiTo, Londres y New York. Las que desarrollan sus habilidades y están dispuestas a combinar su sexualidad con su entrenamiento para alcanzar sus encargos pueden acumular buenas sumas y trabajar sin parar.
Minerva Unlimited opera con sucursales en los países de occidente, aunque busca bellezas de todas las culturas.
Minerva todavía no es demasiado conocida, pero justo ese es el perfil que prefieren mantener, pero algunos de sus trabajos ya han empezado a atraer atención.
En una fiesta en Palo Alto por la ronda de financiación de una empresa tech en el 60, dos prostitutas asiáticas de los prostíbulos japoneses de Japantown blandiendo katanas asesinaron a los directivos, lo que hizo pensar en ejecutoras de la Yakuza.
En el 60 también, en el barrio rojo de Amsterdam, una prostituta rompió su vitrina y salió a la calle acuchillado a un viandante antes de lanzarse al canal a una lancha y escapar. La prostituta era nueva en el negocio y el hombre asesinado el sysop de un nodo de pederastia.
En Berlín en el 61, el asesinato de tres corporativos y sus guardaespaldas en un local de streptease de Charlottenburg por parte de una nueva stripper, atrajo a las fuerzas policiales, pero la stripper logró escapar dejando la sensación de asesina a encargo.
Todos estos casos tienen en común anticipo, danza, y una mujer exuberante infiltrada en el servicio que la víctima consumía. Por el momento, los casos no han trascendido internacionalmente.
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